Hábitat singular inherente

Al preguntarle a alguien: Si pudieras construir tu casa ¿Cómo sería su baño? Podría percibirse, tal vez, como una pregunta un tanto lógica, ya que, el espacio del baño, en la arquitectura contemporánea, es igual o quizás muy parecido, en casi todos los proyectos de vivienda, sobre todo en la colectiva, compuesto por sus elementos necesarios para su función, desarrollados en un espacio mínimo. ¿Qué pasa si este concepto de baño estándar se deconstruye? Si esto se hace mediante un trabajo colaborativo entre habitante y arquitecto, siendo el papel del segundo analizar las formas de vida del primero, interpretándolas y convirtiéndolas en espacio construido, puede, a partir de allí, surgir un baño singular, quizás, con una silla para tomar café desnudo después de la ducha matutina o cualquier otro elemento particular. Hay infinidad de posibilidades, porque hay infinidad de formas de ver la vida y vivirla.