dc.description.abstract | En 1867 y en la ciudad de Nueva York, la empresa editorial D. Appleton and Company publicó por primera vez en idioma español una serie de pequeñas obras literarias titulada Cuentos pintados para niños. Dos años después y en el mismo lugar, la Appleton presentó una segunda colección: Cuentos morales para niños formales. De la primera serie (a partir de ahora Cuentos pintados), un número indefinido de colombianos aún recuerda apartes de La pobre viejecita, Simón el bobito, El renacuajo paseador, El gato bandido, entre otros.
De los Cuentos morales para niños formales (a partir de ahora Cuentos morales), quizá menos conocidos por el público del siglo XXI, todavía hay quien rememora títulos como Tía pasitrote, Juan matachín, Mirringa Mirronga y Doña Pánfaga.
Pocas personas, sin embargo, han visto en la actualidad una edición príncipe de estas obras literarias. Tampoco hay documentos que presenten, de manera precisa, cómo fueron editadas originalmente, o cuál fue el impacto que, a lo largo de los años, han causado en el público colombiano. Estas inquietudes condujeron a una búsqueda cuyo resultado se refleja en el presente capítulo. La escritura estuvo alentada por un doble aniversario: En el 2019, los Cuentos pintados cumplen ciento cincuenta y tres años de existencia; los Cuentos morales, ciento cincuenta. | spa |