Abstract
La deliberación es premisa de conducta racional, ilustrada, tolerante;
funda el principio argumentativo para guiar las resoluciones
y la acción posterior. Se formula como núcleo de la acción
democrática desde que el mundo griego ordena nuestro sentido
político. A partir de entonces, el discurso constituye la impronta
del hombre civilizado, en contraposición a la barbarie que dirime
sus conflictos por la fuerza. El uso de la palabra con fines persuasivos
y exhortativos es valorado en el pensamiento occidental como
forma de constitución y conservación de la sociedad.