Abstract
El futuro del entorno material depende directamente de nuestros actos del presente. El diseñador debe ser futurista y realizar su labor en pos de mejorar el mundo y no de poblarlo con objetos inútiles, predestinados a convertirse rápidamente en basura. La gente no necesita objetos sino la satisfacción de ciertas necesidades; este es un llamado a los diseñadores para crear productos "blandos" o "inmateriales", que sean la solución para las necesidades cotidianas y no constituyan un problema irreversible para el futuro.