Abstract
Por ser el ser humano la única especie que camina de forma habitual de manera erguida sus miembros inferiores pierden la función habitual de locomoción y se convierten en instrumentos con capacidad prensil que ha sido adaptado a través de su evolución como elemento de trabajo y de lucha para la subsistencia misma.
La lucha con los puños es entonces un elemento propio de la especie desde que la misma vive en comunidad y ha estado junto a nosotros a través de los diferentes periodos históricos que ha pasado la humanidad.