Educación, gobernanza y criminalidad en Medellín: Un análisis espacial 2004-2016

Una de las aristas de la desigualdad socioeconómica, se manifiesta en la prevalencia de entornos inseguros que tienen un mayor impacto sobre las personas de bajos ingresos, pues sus posibilidades materiales para alejarse o protegerse de tales entornos son muy reducidas. Por tanto, reducir la criminalidad también es combatir una de las fuentes de inestabilidad social e institucional que dificultan el derramamiento de los beneficios del crecimiento económico. La educación no solo forma ciudadanos, sino también moldea la estructura de incentivos que enfrenta el joven al elegir entre la legalidad o la criminalidad. El marco de decisión que ofrece el acceso a la educación en términos del uso del tiempo, las expectativas de participación sobre el mercado laboral, del balance de los costos y beneficios del actuar ilegal, en teoría actúan como mecanismos disuasorios de la actividad criminal.