Abstract
Nietzsche no acepta la idea de un mundo metafísico donde el hombre se ha valido de la negación de que una cosa naciera de la otra, ni acepta que estas parten de un origen milagroso. El hombre se refugia en el sueño, o bien dicho en sus ideales y proyecciones, que no son reales y parten desde el mundo metafísico (segundo mundo), donde se logra alejar de una u otra manera de la realidad como tal.