dc.description.abstract | Los avances, estancamientos y retrocesos institucionales del Estado Social pueden juzgarse, en términos políticos y morales, en diferentes sentidos. Las eternas y numerosas discusiones que se presentan sobre esta materia se deben a que, a fin de cuentas, las diferentes posiciones descansan en preferencias o juicios de valor. Con todo, si bien es difícil proponer un debate argumentativo orientado a posibilitar un consenso, no por ello la deliberación debe hacerse a un lado. Es necesario reconducir el debate hacia aquellos campos que, sin desconocer el trasfondo ideológico del problema, solo acepten argumentos controlables.
La teoría del derecho es uno de estos campos. Las polémicas que se han suscitado, recientemente, alrededor de la naturaleza de los derechos sociales y sus instrumentos de aplicación, dan cuenta de que, en el contexto jurídico, no existe una posición dominante.
La ausencia de un criterio pacífico que permita el entendimiento y uso de los derechos sociales se debe, entre otras razones, a un problema ideológico. Aunque ello sea así, en el campo jurídico el debate no es reductible a problemas de corrección o conveniencia, con lo cual, el escenario jurídico solo admite medios de persuasión que puedan ser verificados y refutados desde el punto de vista normativo. | spa |