Práctica tutoriales en el ámbito universitario

El compromiso educativo y formativo que ha tenido históricamente la Universidad la enfrenta hoy con la ineludible responsabilidad de revisarse para hacerles frente a las diversas transformaciones que se derivan de las cambiantes dinámicas de la vida social. En efecto, la multiplicación de los saberes, la complejidad de los currículos, las variantes logísticas de la administración institucional, los déficits cognitivos y formativos de las capacidades y competencias básicas y disciplinares, la falta de perfiles profesionales sólidos, la deserción educativa, etc., son algunos de los factores que la Universidad ha de considerar para mantenerse en una evolución cualitativa hacia aquello que se ha perfilado como deseable. En este contexto, lo deseable es que cuando los estudiantes se encuentren involucrados en cualesquiera de los aspectos antes señalados puedan recibir una orientación cuya perspectiva a corto, mediano y largo plazo pueda fortalecer en ellos la voluntad de formación y el respeto por el logro intelectual, como también una actitud de entrega y permanencia en la dirección indagadora sobre la realidad, y un sentido de trabajo colectivo consolidado. Esta situación ha llevado a las instituciones de educación superior a implementar estrategias de acompañamiento diverso para los estudiantes que ingresan a los distintos programas, de tal manera que estos logren acceder y permanecer en un devenir formativo para desplegar sus potencialidades intelectuales, humanas y sociales.