dc.description.abstract | En el marco de los cambios de horizonte, en que se han venido construyendo los sujetos políticos en la actualidad –principalmente en términos de la valoración de los derechos y libertades–, es pertinente y oportuna la reflexión sobre el ejercicio y comprensión de la ciudadanía, en tanto presupuesto necesario para vislumbrar las dimensiones socializantes del ser humano, de las que penden la gobernabilidad. Bajo esta perspectiva, y atendiendo a las dinámicas propias de la modernidad, se puede plantear una propuesta de autogobierno, incorporando las esferas éticas en un relación directa con el poder, es decir, es necesario diseñar una brújula ética que confronte a los sujetos políticos con los sistemas mismos de gobernabilidad, procurando la coordinación ciudadana, el crecimiento político, el progreso social y el autogobierno como impulsión de los sistemas democráticos. Por ello, es importante resaltar, frente al discurso ético del ciudadano, el sentido de responsabilidad que reviste el status de ser un sujeto cívico activo; teniendo en cuenta el compromiso político que se enmarca en la ciudadanía como virtud filosófica del poder, debe ser entendida como un componente inescindible del actuar político; es decir, se trata aquí de la conciencia del propio comportamiento, partiendo del respeto ínsito al deber y no de la sanción coercitiva del mandato legal. La propuesta expresa, por tanto, una alternativa y un riesgo reflejado en el reto de la gobernabilidad –visto desde un esquema democrático como el colombiano–, donde el ciudadano acepta ser gobernado por sujetos ausentes o decide ejercer su ciudadanía desde la posibilidad ética del autogobierno -sin caer en el abismo retórico del libre albedrío-. Este desarrollo reflexivo, busca enlazar aquellos referentes conceptuales, en los que se sustenta la ética, la ciudadanía y la democracia; para perfilar el activismo cultural de todos aquellos sujetos políticos que claman por una transformación urgente de los sistemas de gobierno; basados en principios como los de responsabilidad social, libertad material, igualdad de oportunidades y el respeto por las diferencias. Esta posibilidad se resume en la aplicación del concepto de “parrhesia”, incorporado históricamente por los griegos, que puesto en contexto con los sistemas democráticos busca materializar el ideal activo de la participación política de la ciudadanía. | spa |